martes, 13 de enero de 2009

En esa primera salida
no la cagues por el amor de Dios



La primera salida con ese culito que te gusta es determinante para lo que vendrá y por ende en lo que te convertirás en la vida de esa jeva.

Se supone que ya tienes estudiado al dedillo el culito a coronar, se supone que ya la invitaste a salir, se supone también que tienes el sitio donde la llevarás –que por ahora no es el hotel-, se sobreentiende que tienes tu discurso-estrategia montado.

No te vuelvas loco, por muchas ganas que le tengas a la caraja. Ve con calma, pero tampoco con tanta lentitud pues corres el peligro de convertirte en su mejor amigo, y no hay vaina que de más arrechera que esa jeva que te gusta tanto, no te vea con otros ojos que no sean en de una buena amiga.

Lo que nunca debes hacer en una primera cita:

Nunca la lleves bailar si tú y todo el mundo sabe que tienes un par de pies zurdos. Corres el peligro de que un maricón de esos que baila salsa-casino, la saque –recuerda que es la primera cita y no la puedes obligar a no bailar- le de mil vueltas, la lance por el aire, la manosee a punta de piruetas y tu cita se convierta en la del cabrón que la invitó a bailar “una pieza”, que termina en todas las de la noche.

Si no tienes otra opción y te toca ir con la caraja a bailar. Si no manejas los ritmos de moda. Quédate tranquilo en tu silla campaneando la curdita. No hagas ningún movimiento que asemeje a un baile. No lo intentes por nada del mundo, no hay vaina más idiota que una momia bailando regaetón.

Esto de ir a bailar es tu decisión. Recuerda que el hombre es quien decide el sitio. No hay nada más atractivo para una chica que nosotros tomemos siempre la iniciativa del lugar.

Por nada del mundo te pases de maraca en eso de querer llevarla al matadero en la primera cita, por más besos y caricias que se den en esa primera cita, si quieres tener éxito.

Si comen algo, déjala que escoja. Así sean unas empanadas de dominó. Siempre pasa compadre, a la caraja se le mete una caraota en uno de los dientes. Por nada del mundo le digas que tiene ese grano ahí. Le daría mucha pena y podría no querer salir contigo más nunca.

Lo mismo pasa con el cierre abajo, la tira del sostén, se le corrió la pintura, se le mancharon los dientes de pintura, y todo lo que usted se imagine, pero nada compadre, usted se hace el guevón, usted no ha visto nadaaaa. Deje que esos detalles los mire su mejor amiga. Recuerde que usted no lo es.

Otro aspecto que no se puede dejar de lado y quizá sea el más importante, es el tema de conversación. No seas egocéntrico –o sea no hables mucha paja de ti- limítate a cosas triviales. Hazla reír sin convertirte en un payaso.

Hay un tema de conversación que es impelable en esa primera cita y es el de tu antigua relación. Aquí van varios tips:

No caigas en el error de hablar mierda de tu otra pareja, recuerda que ella pertenece a ese género y las jevas son muy solidarias con sus iguales.

Si tienes mucho tiempo soltero, miente. No hay nada más sospechoso que un carajo que tenga más de un año sin una pareja.

Si tienes una relación estable, pero te gusta un culito. Díselo sin peo. No caigas en el error de que tu relación no sirve, mucho menos que la caraja es una loca de mierda, ni que te estás separando pero la mujer no te deja en paz y todos esos caducos cuentos que funcionaron en una época. Háblale claro papá, si esa jeva quiere algo con usted no va a tener ningún peo. Ellas adoran a un tipo sincero.
Y no es eso, es que hay tanto marico y tipo casado que eso de conseguirse un soltero para ellas solitas en tan difícil como toparse con Norkys Baptista en el Boulevard de Caricuao.

Se aceptan más sugerencias. Nos estamos leyendo en la próxima entrega.